viernes, julio 27, 2012


Nueva sección: Animé viejo vs Anime clásico

Hoy: ELFEN LIED (2004) vs. ABENOBASHI MAHOU SHOTENGAI (2002)

 Esta vez le tocó a ELFEN LIED, una serie de muchos y marcados contrastes. Por un lado se trata de un triangulo amoroso entre un pibe (que quedó medio tarambana luego de presenciar la violenta muerte de sus familiares más cercanos), su prima (que le tiene unas ganas bárbaras) y una mutante que será el siguiente paso evolutivo de la humanidad (en el futuro, por la relajación de las costumbres, todos vamos a ser cornudos).

La historia está muy bien llevada, hay muchas chicas que se cagan de frío en la lluvia (por estar en bolas), hombres bien hombres (excepto el protagonista), y no tiene un final "evangelionesco" (lo cual es siempre de agradecer), las escenas de acción al estilo "Pulp Fiction" son muy fuertes: todos cobran, hay mutilaciones varias y matan a muchos e inocentes perritos.

Se destaca tanto el opening (cantado en latín al estilo gregoriano por una monja guaranga y hereje), como el ending (cantado por una de las spice girls, quizá la rubia).


Puntaje:

Sangre: 8
Historia: 8
Científico loco que después se arrepiente: 8

Promedio: 8 (no se, no tengo calculadora a mano)

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Belleza, poesía, risas y melancolía. Los que hayan tenido el grandioso placer de contemplar ABENOBASHI MAHOU SHOTENGAI ("Distrito comercial mágico Abenobashi"), un hermoso anime de las factorías GAINAX y MADHOUSE, sabrán de lo que hablo. Si no la vieron, mírenla. Esta serie de 13 episodios da la sensación de que es una reinterpretación de Furi Kuri, como si este fuera un borrador para esta historia. Ambas tienen dos puntos en común: GAINAX (no se porqué lo escribo con mayúscula) y que son la narración del paso de la niñez al adulterio (o adultez, como prefieran). Muchas sorpresas, y una historia que se hace cada vez más seria y más interesante a medida que pasan lo capítulos avanzan.

Se destaca el bello ending de la serie, con letra entendible por estudiante inicial de japonés.

Puntaje: 10 en todo!

miércoles, julio 25, 2012

Sôten Kôro y Koihime Musô
por Juan Carlos Portantiero
Dos animeses que cuentan la "Crónica de los Tres Reinos Combatientes": una como una épica madura y llena de heroísmo; la otra como una poronga moe.

Introducción:
En China, el período histórico conocido como "Los Tres Reinos Combatientes" es una verdadera cantera para la imaginación de miles de escritores alrededor del mundo. A partir de la crónica histórica, el escritor chinoca Luo Guanzhong escribió la novela de los Tres Reinos, dónde manda mucha fruta y se caga en la historia, para contar una fábula de valentía, amor, violencia y poder.

La historia:
Parece que en China, cuando cambian de dinastía, es costumbre armar alto bardo. Así pasó con la dinastía Han, famosa por su larga duración (406 años, desde el 206 aC hasta el 220 dC), por desarrollar el fabricado de papel, la escritura, la geografía y por inventar los números negativos y otras delicias matemáticas que aún hoy sufrimos en los exámenes. Sus grandes conquistas tecnológicas y culturales son solo comparables al primer gobierno de Perón, pero su final fue desastroso, y tras un período de rebeliones, hambruna y guerra, se terminó dividiendo en tres reinos: Wu (al sur), Wei (al norte) y Shu (al oeste). Entonces, estos tres reinos se dieron masita mutuamente por un período de poco menos de 100 años.
En un muy breve resumen, Wei conquistó a Shu, luego los Jin, hasta entonces bajo órdenes de Wei, se les dieron vuelta y mediante golpe de estado, conquistaron Wei. Entonces quedaron Jin al norte y oeste y Wu al sur, hasta que al final, los primeros conquistan a los segundos y termina por unificarse nuevamente China bajo un solo emperador, iniciando la dinastía Jin (porque no daba cambiar de nombre sólo para confundir a los historiadores).

Los personajes:
Tanto la novela como todo manga, anime, videojuego, película y lo que se les ocurra que esté ambientado en los Tres Reinos Combatientes, tienen 30 o más personajes principales. ¡Ni a palos vamos a nombrarlos! Ahí van los más grossos:

El fundador de Wei, Cao Cao, es el protagonista en Sôten Kôro y el villano en las demás versiones (incluyendo la original), y no faltan razones: A diferencia de otros líderes, su meta es el poder por el poder mismo, y no duda en incendiar (literalmente) a sus aliados para acabar con su enemigo más poderoso, el principal freno a sus planes. En Sôten Kôro se resalta sus cualidades, que incluye ser bien parecido, gran luchador, un seductor nato y especialista en chistes de salón; pasando a segundo plano su arrogancia, pedantería y su espíritu de víbora traicionera. En la versión de Koihime Musô es una rubia sádica y lesbianísima. Ahí mejora la cosa, por eso la bancamos.

Liu Bei es un hippie puto que le gusta mirar las nubes y dormir la siesta. Nunca se calienta por nada y le gusta que todos se lleven bien. Funda el reino de Shu y como es el más grosso del clan Han (lo cual no es mucho, evidentemente) quiere salvar a la dinastía, pero ya vimos que fue el primero en caer. Su contraparte en Koihime Musô es una pendeja tarada, una verdadera pelotuda a cuerda.

Liu Bei tiene dos generales que lo siguen a todos lados como la hinchada de Tigre: uno es Guan Yu que es un buen peleador pero también un tipo reflexivo y astuto. La versión de Guan Yu en Koihime Musô se llama Kan'U (el mismo nombre, pero en japonés, habría que chequearlo) y es la protagonista del anime. O sea la segundona del loser de la historia... En fin...

El otro amigo de Liu Bei es Zhang Fei (o Chou Hi), un mastodonte que es puro valor y mala onda y nada de cerebro. En Koihime Musô es una nena de, ponele, 13 años, con las mismas características.

Los dos animeses analizados(?):
Sôten Kôro A pesar de algunos elementos mágicos y anacronismos, esta serie es la más fiel a la crónica histórica; que a la novela (que fue escrita durante la dinastía Ming, probablemente dentro de uno de esos carísimos jarrones de la época), que cuenta la historia desde el punto de vista de uno de los generales (supongo que se refieren al mentado Liu Bei, no lo sé, yo hice copypaste en esta parte de la nota).
Este anime, y su manga original, cuenta la historia desde el punto de vista del antagonista de la novela, como si Dragon Ball Z fuera visto desde el punto de vista de Vegeta, por ejemplo. Consta de 26 capítulos llenos de emoción y acción trepidante.

Koihime Musô Una verdadera patada al hígado, porque se sarparon con el "ecchi homo" (¡juas, soy un campeón del humor filosófico!). Pero no, en serio es un bodrio que no se entiende nada, y es tan moe es que hace ver a K-on! como el Puño de la Estrella del Norte. En total son tres temporadas de 12 episodios al reverendo pedo.